Image via WikipediaUno de los proyectos sociales más ambiciosos, a cumplimentar a corto y largo plazo, es el emprendido por Eusebio Leal (el Alcalde de
La Habana, como le llaman algunos), en el centro histórico de la ciudad o Habana Vieja. El proyecto, que ya tiene sus tentáculos fuera de las murallas y alcanza museos como el de Tejas Verdes en Quinta Avenida, varias instalaciones en Centro Habana-Malecón y aledaños-,y acuerdos culturales con
Casa de las Américas(Casa Tomada, Ruta y Andares), se sustenta en la labor de talentosos especialistas e investigadores de la Oficina del Historiador, que trabajan de mil amores para Leal, no solo por los emolumentos asignados(el salario oficial se ve aumentado por otros estímulos), sino por el respeto a la inteligencia y el buen hacer que aquí se practica. Pero…no hay población más vigilada y controlada que la que habita la Habana Vieja: cientos de formularios, encuestas y visitas a domicilio, así como en las escuelas radicadas en el perímetro así lo demuestran: gustos, tendencias, hábitos de vida: aquí la familia es estudiada con el fin de modificar conductas, dirigir mentes…Con mano de hierro se han comenzado los trabajos de reparación-reconstrucción del malecón habanero y la franja de edificios multifamiliares que a él se asoman. Aún con los vecinos dentro, a los cuales echan paletadas de arena y polvo de cemento, las huestes de Leal han tomado por asalto el Malecón en un plan que ya se ha demorado más de un lustro desde que fuera anunciado, paralizado entonces por el robo de materiales enviados por una empresa española, que de paso se retiró del proyecto, dejando en la estacada a los inversionistas cubanos. Vuelto a empezar ahora de nuevo, con plazos concretos y estrictos en su primera fase, aunque dilatados en lo que se refiere a los inmuebles que acogerán a los vecinos que mudan a la fuerza hacia
Alamar y el reparto Capdevila, en
Boyeros, edificios aún no terminados, por lo que los inquilinos se ven envueltos en nubes de escombros y rápido levantamiento de paredes, aún sin ellos haber podido salir del lugar. Todo un atropello. Y no te vayas a quejar! El implacable historiador de la ciudad ha soltado sus cancerberos y nada lo detendrá hasta que el Plan Maestro haya culminado. Inermes. Así ha calificado un abogado el estatus del ciudadano cubano: está inerme ¿ante que Ley?
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